¿Qué es lo que menos gusta a los invitados de boda?

 

Sin excepción, cada pareja se preocupa de que todo sea perfecto el día la celebración de su boda. Se dedican horas y más horas a preparar cada uno de los detalles de la ceremonia y la posterior celebración. Se piensa minuciosamente cada uno de los elementos y no se escatima tiempo y dedicación para que todo salga según lo previsto.

Pero, pese a todos esos cuidados, es habitual que haya algunos aspectos que no terminen de gustar a los invitados al enlace. Aspectos que no es que se hayan descuidado o no tenido en cuenta pero que frecuentemente, pasan desapercibidos para los novios.

Si vas a comenzar pronto los preparativos de tu enlace o ya, incluso estás en ello, te animamos a seguir leyendo este artículo. Está basado en comentarios y opiniones de invitados y en las quejas más frecuentes que suelen tener tras asistir a una boda. ¿Tienes curiosidad por saber qué es lo que menos gusta a los invitados de boda? A continuación lo hemos resumido.

 

 

Lo que menos gusta de una boda a los invitados

1 – Ceremonias excesivamente largas

Tanto si es religiosa como si es civil, una boda con una duración prolongada puede resultar de lo más tediosa para cualquier invitado. Excesivas piezas musicales, discursos de media familia y amigos, o monólogos de oficiantes que resultan eternos. Intenta agilizar de forma que se adecue a vuestro gusto pero que no resulte aburrida o incluso incómoda para los asistentes. Ten por seguro que con una buena planificación y el consejo profesional de una wedding planner, el tema estará más que resuelto. Estas profesionales como nadie los tiempos y, la que te ayude en tu boda, sabrá cómo hacer que sea bonita y entrañable sin llegar a cansar.

 

2 – El lugar de la ceremonia y celebración

Este es otro de los puntos que más discrepancias genera. Y, suele estar debido a la distancia entre el lugar de la ceremonia y el de la posterior celebración nupcial. La cosa se complica si, además, alguno de ellos tiene difícil acceso o no está convenientemente señalizado el lugar. En ambos casos, la solución pasa por una correcta organización previa a la boda.

Si el lugar de la celebración dista bastante del de el enlace siempre puedes facilitar el transporte a los invitados con autobuses. Eso sí, asegúrate de que haya plazas suficientes y una frecuencia adecuada para los diferentes desplazamientos.

Si, el inconveniente es encontrar el lugar, una opción es enviar a los invitados pequeños mapas bien detallados, poner señalizaciones para ayudar a los invitados (siempre cumpliendo normativas, por supuesto) y facilitar incluso las coordenadas del lugar. De ese modo, facilitarás su localización y el «problemilla» quedará más que resuelto.

Aunque, la mejor alternativa, sería escoger un lugar que te permita celebrar allí mismo una ceremonia civil. O tenga en el entorno de la celebración una iglesia para realizar una boda religiosa. En La Casona de Las Fraguas, las parejas valoran especialmente esta doble posibilidad de boda religiosa o civil. Así como los organizadores de boda y, por supuesto, sus invitados que evitan incómodos desplazamientos.

 

3 – Impuntualidad de los novios

Ser impuntual es, en toda circunstancia de la vida, una descortesía imperdonable. Mucho más en una celebración en la que los invitados han cumplido rigurosamente con el horario indicado en las participaciones. En toda boda se admite la llegada de los novios con unos minutos de retraso pero esto no puede suponer una espera mayor. Igualmente, es normal que la pareja de recién casados desee realizar algunas fotografías. En ese caso, intentad que no suponga un «parón» y que los invitados tengan que esperar un buen rato de pie hasta vuestra llegada.

Podéis organizar de forma que los invitados puedan comenzar a degustar algún refrigerio mientras llegáis y que esa llegada esté supervisada y coordinada de forma que no se alargue demasiado el tiempo entre la ceremonia y la celebración.

 

4 – Distribución de las mesas en el banquete

¡Qué complicado resulta acertar! Y cuántos quebraderos de cabeza da a los novios la distribución de las mesas para el banquete sentados. O, lo que es lo mismo, el seating plan. Para acertar siempre, una regla básica es intentar distribuir a los comensales de cada mesa por afinidad y no por parentesco o vínculo personal o profesional. Puede haber pequeñas rencillas que tú desconozcas que hagan que la idea no sea adecuada. Y, una acertada distribución de mesas te asegura unos invitados contentos que disfrutan un banquete agradable. Si quieres conocer más detalles, te sugerimos leer nuestro artículo sobre cómo organizar un buen seating plan.

 

5 – Atención por parte de los novios

Somos conscientes de que el día de la boda es algo caótico. Y que, por más que se intente atender a todo el mundo por igual, resulta bastante difícil. Pero, sería imperdonable que no dediquéis unos momentos (al menos) a saludar y atender a todos los invitados. Para eso, podéis bien llegar los primeros e ir recibiendo a los invitados al tiempo que agradecéis su asistencia. O bien,  durante el cóctel, ir saludando a todos. También puede hacerse esto tras el postre y antes de que los asistentes se levanten para ir al baile. Y, para evitar algún olvido imprevisto, siempre es posible dejar una nota caligráfica de agradecimiento junto al plato de cada invitado. Será un detalle muy personal que evitará que alguien pueda sentirse ignorado. Y no dudes que gustará a quien lo reciba.

 

Estos son, por nuestra experiencia, lo que menos gusta de una boda a los invitados. Sin duda, habrá otros detalles. Pero estos, son muy comunes y fácilmente evitables. Esperamos que este artículo te ayude a evitar esos errores para que tu boda sea, simplemente, perfecta.

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