Siempre que celebramos un evento nos planteamos cual será la ubicación perfecta. Elegir el lugar adecuado se convierte en todo un desafío. Sobre todo, teniendo en cuenta la gran oferta de lugares y espacios disponibles para ello.
No exageramos al afirmar que el éxito de un evento viene dado por la conjunción de todos y cada uno de los elementos, que lo componen. Uno de los más importantes y, al que con demasiada frecuencia no le damos la importancia que merece, es el entorno donde se celebra.
Ya sabes que somos verdaderos entusiastas de los espacios naturales. Sabemos la importancia de disponer de un entorno natural especial. Diferente y único. Que enmarque el evento que se celebre y realce cada uno de los detalles que lo componen.
Por qué elegir un lugar especial en plena naturaleza
Hay momentos que se recuerdan totalmente por el lugar en que se celebró o por detalles que tuvieron lugar. Seguro que tienes algún recuerdo vinculado a un lugar concreto. ¿No te ha pasado? La Naturaleza juega ahí un papel imprescindible. Y cuando se trata de un evento especial, mucho más.
En La Casona de Las Fraguas estamos acostumbrados a preparar nuestros eventos, tanto privados como de negocios, en un entorno natural realmente impresionante. Un entorno difícilmente igualable que sorprende y ayuda para que cada celebración sea el éxito que siempre se busca.
Para que te hagas una idea, La Casona de Las Fraguas disfruta de un entorno paisajístico dominado por prados verdes, e importantes bosques de robles, fresnos, arces, castaños, abedules y avellanos. Y, además, en uno de los rincones más bellos de Cantabria: en pleno Valle de Iguña. El camino que une históricamente la meseta castellana y el mar cantábrico. La finca de Los Hornillos, donde se encuentra situada, está entre Reinosa y Torrelavega, en el término municipal de Arenas de Iguña. Un enclave idílico, en pleno corazón de Cantabria, en el que las altas montañas y su paisaje lo convierten en el marco ideal para celebrar todo tipo de eventos.
El edificio histórico de La Casona, fue habitado durante los siglos XVIII y XIX. En la actualidad se ha adecuado, con los más completos detalles y tecnologías, para la celebración de eventos y bodas. Pero lo que te conquistará será su espectacular jardín privado. Rodeado de árboles, de más de 200 años, y un diseño “romántico” con flores. Todo ello cerrado por un alto muro de piedra que separa el jardín de extensos prados verdes de pasto, con ganado vacuno. Sin duda, será el lugar perfecto para una celebración rodeada de naturaleza.
Pero… lo mejor no es que te lo contemos nosotros. ¡Te animamos a conocerlo! Pasarás una jornada en plena naturaleza y conocerás todos los rincones que hacen único a este lugar montañés tan bello y especial. ¡Estamos seguros de que será “amor a primera vista”!